HISTORIA y FUNDAMENTO

¿QUÉ ES LA BIOQUÍMICA DE SCHUESSLER?
Muchos de nosotros hemos oído hablar alguna vez de la bioquímica, este término fue acuñado por el Doctor Wilhelm Heinrich Schuessler hace más de 130 años.

Schuessler adoptó el término griego “química”, que es el estudio de los elementos, y le añadió la palabra “bios”, que significa vida. El término “bioquímica” hace referencia a los procedimientos y reacciones que se producen de manera natural en el organismo, como la respiración, la digestión o el metabolismo. La bioquímica también indica el tratamiento que Schüssler desarrolló después de muchas y largas investigaciones.

La terapia se limita a doce sales minerales que tenemos en el organismo de manera natural y que ingerimos cada día mediante nuestra alimentación. Schüssler descubrió que a partir de estas Sales se podían elaborar remedios mucho más efectivos que los puros minerales de nuestra alimentación.

Las sales minerales de Schüssler pueden estimular o restaurar las funciones corporales, e incluso corregir los trastornos funcionales del organismo. Aunque Schüssler hablaba de moléculas salinas, se ha demostrado que las sales minerales se crean mediante la unión de metales y no metales, que toman forma de iones y átomos cargados eléctricamente.

DE LA HOMEOPATÍA A LA BIOQUÍMICA
Wilhelm Heinrich Schuessler nació en Bad Zwischenahn, cerca de Oldenburg, en la región Alemana de Ammerland en 1821. Debido a los pocos ingresos que obtenía su padre, ayudó económicamente a su familia trabajando como profesor de idiomas durante muchos años.

Con 31 años empezó a estudiar medicina en París sin poseer ningún título de secundaria. Pasado un tiempo, se trasladó a la universidad de Berlín y se licenció en Giessen. En Oldenburg abrió una consulta médica, donde trataba enfermedades y ayudaba en partos. Muy pronto se centró en la homeopatía, con la que trató a sus pacientes durante 15 años.

El desarrollo de sus métodos y la fabricación de las Sales estuvieron influidos por las teorías básicas del descubridor de la homeopatía; el Dr. Samuel Hahnemann (1755-1843), nacido en Meissen.

¿Cómo funcionan?

LA CÉLULA
El científico inglés Robert Hooke descubrió en 1665 la célula (pequeños cuartos o “celdas de los monasterios”). En 1839, dos científicos alemanes, el Dr. Matthias Schleiden (1804-1881), botánico, y Dr. Theodor Schwann (1810-1882), histólogo y fisiólogo, descubrieron que las células no estaban vacías, y formularon la Teoría celular: “Todos los seres vivos están compuestos por células o productos secretados por las células”.

ENTRADA Y SALIDA DE MATERIALES DE LA CÉLULA
Los materiales entran y salen de la célula a través de su membrana. La cantidad de cualquier sustancia dentro de una célula se mantiene más o menos constante, pero las partículas de cada sustancia no permanecen en la célula todo el tiempo. Pequeñas cantidades de cada sustancia salen continuamente y son reemplazadas por nuevo material idéntico en las mismas cantidades.

No todos los materiales pueden atravesar la membrana celular. Que puedan entrar, depende del tamaño del material y de las aberturas de la membrana. El movimiento de materiales a través de la membrana de una célula lo regulan hacia el lado de la membrana que tiene menos presión. El paso del agua y los materiales disueltos a través de la membrana celular, por diferencia de presión en los dos lados de la membrana, se llama filtración.

AGUA Y SALES
Si tenemos en cuenta que en un adulto el 60% de su peso es agua y el 10% minerales, podemos afirmar que mayoritariamente estamos formados de agua y sales.

El agua es la molécula más abundante en los organismos vivos, distribuyéndose en el organismo en medios intra e intercelulares, o en los fluidos circulantes como la sangre y la linfa. Se encuentra un 20% aproximadamente en el tejido óseo y un 85% en determinadas células, como las cerebrales. El agua posee propiedades inherentes a la estructura que permite la realización de funciones biológicas imprescindibles para el mantenimiento de la vida.
Tiene una elevada cohesión molecular, elevada tensión superficial, elevada fuerza de adhesión, elevado calor específico, elevado calor de vaporización y elevada capacidad disolvente, lo cual hace que debido a su carácter polar, tiende a disminuir las atracciones entre los iones de las sales y otros compuestos iónicos, facilitando su disociación en forma de cationes y aniones y
rodeándola por dipolos de agua que impiden su unión. Este fenómeno se conoce como solvatación iónica. Son moléculas inorgánicas presentes en todos los seres vivos que se encuentran disueltas o en estado sólido (precipitadas), y que también se pueden asociar a otras moléculas orgánicas.

Sales minerales disueltas: Son las sales solubles en agua, se encuentran disociadas en sus iones y forman parte de los medios internos intra y extracelulares. Los iones con carga negativa o aniones más frecuentes en la materia viva son: los cloruros, los fosfatos, los carbonatos, los bicarbonatos y los nitratos.
Los iones con carga positiva o cationes más abundantes en la materia viva son el sodio (Na), el calcio (Ca), el magnesio (Mg), el hierro (Fe) y el potasio (K).

Funciones de las sales en disolución
Las sales hidrosolubles, a través de sus iones, cumplen diversas funciones de tipo general, colaborando en el mantenimiento de la homeostasis o equilibrio del medio interno, o de tipo específico, que dependen del sistema biológico en el que se encuentran.
Algunas de sus funciones son: mantener el grado de salinidad en el organismo.
Las concentraciones iónicas de sales minerales se mantienen constantes, dentro de unos ciertos límites. En un mismo organismo las concentraciones pueden variar de unos compartimientos a otros; por ejemplo, en el interior celular la concentración salina varía considerablemente con respecto al plasma sanguíneo.

Regula la actividad enzimática:
La presencia de determinados iones activa o inhibe reacciones bioquímicas, asociándose a la sustancia reaccionante o a las enzimas.

Regula la presión osmótica y el volumen celular:
La presencia de sales en medio interno celular es determinante para verificar la entrada o salida de agua a través de la membrana.
Los medios con alta concentración salina son hipertónicos con respecto a los que tienen una menor concentración salina, e hipotónicos cuando se presenta el caso contrario. Si el medio interno celular es hipertónico con respecto al exterior se producirá entrada de agua, que ocasionará aumento del volumen celular; si la concentración iónica en el interior es menor, se producirá el efecto contrario.

Formar potenciales eléctricos:
Los iones que se encuentran en el interior de las células no son los mismos que los del medio externo. Regular el pH: Las reacciones químicas que se producen en los organismos vivos producen variaciones del pH y algunas sales minerales disueltas contribuyen a disminuir estas variaciones, manteniendo el pH constante. A las sales que hacen estas funciones se les llama tampones o disoluciones amortiguadoras.

Schuessler ve la importancia de la célula desde una perspectiva patológica y fisiopatológica. El Ser Humano sólo puede mantenerse sano si los minerales se encuentran en cantidades suficientes en el lugar adecuado y que lo más importante es la biodisponibilidad de la sal, no su masa, porque una mala o escasa distribución de las sales, causa múltiples síntomas y se da cuenta también de que las sales actúan a nivel: Nutritivo
Regulador y Catalítico. Sobre todo es muy importante que siempre tengamos presente que lo más importante no es lo que comemos, sino lo que asimilamos y principalmente lo que llega a la célula.
Recordar que el Dr. Schuessler comienza como decíamos en su biografía en el año 1.872, a introducir en su práctica clínica las sales minerales como componentes necesarios en la composición de la sangre, en los tejidos orgánicos, en las estructuras y en el funcionamiento y para cerciorarse de todos esto, hace investigaciones calcinando diversos tejidos orgánicos y llega a la siguiente e importante conclusión:

“No existe hueso sin calcio, sangre sin hierro, cartílago sin sílice, ni saliva sin cloruro potásico”

Así, las analíticas practicadas a las cenizas, le llevaron a la conclusión de que nuestros tejidos tenían una base mineral diferente y descubrió en las cenizas de los tejidos calcinados, que la proporción de sales en cada uno de ellos analizados no es superior a la 3ª, 4ª y 5ª decimal. Esto le hizo pensar que dichas diluciones eran asimilables por las células. En estas diluciones, al ser unas sustancias fisiológicas, es decir, que pueden integrarse en el ciclo metabólico normal (el ciclo de Krebs) y al no ser sustancias irritativas ni tóxicas, la absorción está garantizada porque la célula no rechaza un elemento aportado por una molécula conocida. Así, podemos decir que el secreto de esta terapia se basa en el empleo de dosis mínimas, diminutas sustancias sin las cuales sería imposible sobrevivir.

“La naturaleza se manifiesta en átomos. Sólo necesitamos cantidades mínimas”.

Schuessler ya decía que el empleo de pequeñas dosis en la cura de las enfermedades con el método bioquímico es una necesidad químico-fisiológica. Así por ejemplo, si se quiere hacer pasar sulfato de sodio a la sangre no debe de hacerse en forma de una solución concentrada. Esta actúa sólo dentro del intestino provocando una diarrea líquida con la que es eliminada del organismo.
Una solución diluida de esta sal, en cambio, pasa de la boca y la faringe, directamente a la sangre y a los líquidos intracelulares y por su poder higroscópico atrae el agua de los tejidos y la transporta a la sangre venosa, provocando una mayor secreción de orina.
Las sales minerales están presentes en las células sanguíneas en cantidades infinitesimales. Por ejemplo, en 1000 g de células sanguíneas hay únicamente 0,99 g de hierro, 0,13 g de sulfato de potasio, 2,3 g de fosfato de potasio y 3,07 g de cloruro de potasio.
El organismo necesita compuestos orgánicos complejos al igual que sustancias inorgánicas para su nutrición celular y cuando un agente patógeno interviene en una célula, ésta trabaja más intensamente para defenderse contra la causa irritante. Consecuencia de esta situación es la pérdida de cuerpos minerales, transformándose la célula normal en patológica, así, supongamos que una célula en su lucha contra el agente patógeno haya perdido por ej.: cloruro de potasio, junto con perder este cuerpo, pierde también fibrina por estar ellos relacionados química y fisiológicamente. Si la célula ha perdido fosfato de calcio, al mismo tiempo pierde albúmina por estar estos dos cuerpos en las mismas condiciones que el cloruro de potasio y la fibrina. Así, vemos que un exudado fibrinoso trae consigo un déficit de cloruro de potasio en las células próximas al exudado, y un exudado albuminoso trae un déficit de fosfato de calcio.
Otro ejemplo es una situación de stress mantenido donde se produce una descarga de adrenalina.

Al igual que en muchas enfermedades crónicas y degenerativas, esta situación se manifiesta con un conjunto de alteraciones metabólicas y energéticas similares que producen la siguiente situación en la célula:

Aumento del sodio del interior de la célula.
Disminución del potasio del interior de la célula.
Aumento del cloro y calcio del interior de la célula.
Disminución del magnesio del interior de la célula.
Disminución del ATP con fallo en la bomba sodio-potasio.
Disminución de la glucosa y glucógeno del interior de la célula.
Aumento del ácido láctico y disminución del pH en el interior de la célula.
Estas alteraciones van a producir como resultado final, una positivización del potencial eléctrico de las membranas, por lo que se desestabilizan las proteínas, se producen un aumento del agua libre intercelular y así se llega a la lesión de la célula.

En los valores de positivización celular se pueden valorar viendo el grado de afectación biológico de la célula, siendo un parámetro de diagnostico válido el siguiente:

• Lesión celular funcional = 60 mV
• muerte de la célula = 29 mV
• célula tumoral = 35 mV

Por todo ello, podemos decir que la vida de la célula depende de la diferencia de carga ínter-membrana y que cuando disminuye esta diferencia su función se ve alterada e incluso se puede producir la muerte de la célula.

Es importante, como decíamos en otro apartado, que la estabilidad eléctrica de la célula depende de si la nutrición celular se mantiene en los términos adecuados a sus necesidades de reposición tanto energética como estructural. Así, vemos que el organismo necesita compuestos orgánicos complejos como sustancias inorgánicas para su correcta nutrición celular. Las 12 sales inorgánicas (de tejido) actúan como agentes funcionales fisiológicos del organismo y cuando se produce una carencia o deficiencia de una sal, esta carencia impide que las células asimilen y utilicen los compuestos orgánicos. El aporte terapéutico no actúa por mecanismos de sustitución directo, sino como desencadenante de un estímulo que capacita a las células para una mayor absorción de sales inorgánicas contenidas en la alimentación (terapia celular).
Nuestro organismo está compuesto de un conjunto de órganos constituidos por diferentes tejidos. En todos ellos podemos distinguir las “células” y entre ellas los espacios intercelulares que están repletos de un líquido del cual las células toman los elementos que necesitan para su vida, “la célula es en su conjunto un pequeño ser vivo que respira, expira, ingiere, digiere, excreta y se multiplica”.

TRATAMIENTO CON SALES
A parte de los glóbulos existen también pomadas de bioquímicas que van del número

1 al 11, para el tratamiento externo. La aplicación de pomadas se ha demostrado efectiva como apoyo al tratamiento de problemas cutáneos, musculares, óseos o de articulaciones.

EFECTOS SECUNDARIOS
Con el tratamiento de sales de Schüssler no se ha identificado hasta el momento ningún efecto secundario. Sin embargo en caso de ingerir más de lo indicado por el diagnóstico en cada caso individual,  en poco tiempo la lactosa provocará un efecto diurético. De todos modos también pueden ingerirse sublingualmente en gotas como las esencias florales del Dr. Edward Bach. NOTA: Ver en esta pagina Web, FLORES DE BACH.